Simpleza en la voz del texto
En principio, vayamos por las oraciones breves. La oración es la unidad mínima de sentido en un discurso, en un texto. La brevedad de las mismas ayuda a obtener claridad en cuento a lo que se desea decir, o, mejor, en cuento a lo que esperamos entienda quien está del otro lado: nuestro tal vez futuro lector, con quien, ya lo dijimos, deberíamos tratar de ser amables.
Así es que a la hora de narrar, pensemos que la cortesía de la voz en el texto, colabora con la comprensión de quien intente leer nuestras composiciones. Vayamos, entonces, por los narradores macanudos*, que los aburridos y redundantes, los intrincados y pedantes andan por todos lados, por la vida, y además por fuera de los textos.
*macanudo: De macana2 **y -udo.
1. adj. coloq. Bueno, magnífico, extraordinario, excelente, en sentido material y moral.
**macana: qué macana
1. loc. interj. Arg., Bol., Ec., Par., Perú y Ur. U. para expresar contrariedad.***
FUENTE: diccionario virtual de la Real Academia Española,
http://dle.rae.es/?id=NkwHYmR|NkwxZVC
***Nota para los alumnos: Reflexionar oportunamente sobre ambas acepciones citadas en el texto que precede, en relación particular con los narradores, macanudos. Es decir, ¿deberían ser buenos, magníficos, extraordinarios, excelentes en sentidos material y moral?¿o acaso dedicarse a hacer macanas?¿o ambas cosas? Lo dejo a sus criterios... Hasta la próxima entrada
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