2do 8va. Inicios del 'Proyecto nouvelle'.

Así comienzan las historias de...

Luz Chaile:

Capítulo 1

Constantemente, todos mis días transcurren igual. La misma tristeza, la misma soledad, el mismo vacío de mi corazón, el mismo aburrimiento de siempre. La misma porquería de todos los días.
Al menos eso siento cuando mi mejor amiga, Tris, no está. Lo bueno es que la veo en el receso, porque desgraciadamente no nos tocó estar en el mismo grupo de rotación para taller, Tris está en Forja y Soldadura y yo estoy en Electrónica y Electricidad.

–A ver, ahora, 2° 8°... ¿Steel Ethan?– escucho a mi profesora, pasando lista.

–Presente.– dije levantando mi mano.

–¿Puede sentarse allá, por favor?–señala, esta vez, mi profesor hacia la mesa más cercana al pizarrón, donde sólo queda un lugar disponible–. Es que como ésta es la primera clase explicaremos algunas cosas y luego copiarán en la carpeta, y no hay fotocopias suficientes para esta mesa.

–Está bien–dije mientras me levantaba dedicándole una media sonrisa–. Maldita sea, yo quiero estar solo.

–¿Qué? ¿Por qué me miran? Ni que viniera de vazomticorlandia... esperen, sí vengo de ahí. Pero nadie lo sabe, MUAJAJAJAJÁ–, solté una pequeña carcajada al recordar las cosas que imaginamos con Tris. Eso hizo que me miraran aún más raro, pero lo único que hice fue callarme y sentarme así el profesor podría empezar la clase.

–Bueno, vamos a empezar... yo me llamo John y ella es mi compañera–señala a la profesora que había pasado lista–, Alexia. Yo soy el profe de electrónica y ella de electricidad. Pero pueden llamarnos a cualquiera para lo que necesiten.
–Como este es el primer día–Alexia continúa lo que John había dicho–, solo copiarán de las fotocopias que dejamos en cada mesa.
–Pero antes, chicos–agarra una de las fotocopias de nuestra mesa y la da vuelta–, recuerden que esta parte de la hoja no se copia. Solo están impresas de este lado debido a que son hojas recicladas.

Una vez que acabaron los profesores de hablar, todos comenzaron a copiar–qué aburrido... copiar de una fotocopia–, yo también lo hice.

–¡Recreo!–dice la profesora alargando la “O”.
Todos salen y tardo un poco porque estaba sacando mi cuaderno de dibujo y algunos materiales.
–Steel, nos está quitando minutos de descanso, salga al recreo, por favor–. Me apura la profesora Alexia.
–Maldita sea, no me gusta que me apuren... me ponen nervioso.
–Sí, profe, sólo sacaba algunas cosas para dibujar–. Dije saliendo del salón.

Me dirigí a las escaleras, pero había personas. Busqué un lugar, al menos, un poco solitario donde estuviera cómodo para ponerme a dibujar.
Cuando encontré el lugar perfecto me acomodé, en eso vino Tris y dos de sus amigos.–Holi, ¿Qué dibujas, Ethancito?–Se sienta a mi lado y les hace una señal a sus amigos para que se vayan–.
–Nada... sólo líneas, no tengo imaginación–. Solté una carcajada, ella también lo hizo.
–¿Cómo es que se hicieron amigos?– dice uno de los compañeros de Tris refiriéndose a nosotros.
–No lo sé–, le contesta el otro chico riendo–porque no son para nada compatibles, pero Ethan tiene suerte de que sea su preferido, se la pasa casi todo el tiempo con él aún si no tienen nada de qué hablar...

–¿Por qué los humanos solemos meternos en lo que no nos importa? Sí, yo también lo hago, o hacía. Bah, realmente me meto en las pocas cosas que me importan... aunque ellos en parte tienen razón, ¿Por qué Tris tendría un mejor amigo como yo?
Ella, exceptuando algunas cosas, es completamente diferente a mí. Es una persona feliz por fuera, amable y se preocupa por los demás. Eso la hace ser sociable y encantadora.
Tris es una chica de tez morena clara junto a un tono rojizo en sus
mejillas. Con unos ojos tan oscuros y profundos que cualquiera puede llegar a perderse en ellos. Ella es como una niña pequeña que, casi siempre, le gusta vestir con colores alegres como su personalidad; divertida y loca. Tris es la persona que, desde que nos conocimos, más alegría le trae a mis días.

–¿Ethan, estás bien? Idiota, te estoy hablando. Hazme caso.

–En cambio yo soy... soy una persona seria, aunque no amargada, que no es lo suficientemente amable como para caerle bien a alguien, o les contesto de forma “normal” y me toman a mal. La verdad es que no tengo la intención de dejar entrar a más personas en mi vida. No confío fácilmente.
Yo soy una persona de tez morena clara pero sin ese color rojizo en las mejillas con ojos grisáceos. Mi cabello es en tonos de azules. Me visto de colores monótonos y algunas veces, pero raramente, de claros. Aunque todo eso no es lo que me importa, lo que me importa es...

–¿Ethan, por qué estas así? ¡Hey, tonto! Despierta de tu zombidez..., que ya terminará el recreo.

–¿Yo le alegro al menos algunos días a ella...?–. Maldita sea... creo que dije eso en voz alta.
–¿Qué dijiste...?–Pregunta Tris–. ¿Te gusta alguien?–Ríe fuertemente.
–No, tonta. ¿Quién podría gustarme? Si no conozco ni tengo a nadie–. Ella sólo sonrió de lado.
–Hey, ¿Esa sonrisa otra vez, qué pasa?–. Ni una palabra salía de sus labios. Así que la abracé.

Ella suele confundirme con ese tipo de sonrisas. Hay veces que significan solo una sonrisa y nada más. Pero otras significan una mezcla de varios sentimientos.

–Ya es hora de volver a nuestros talleres, tocó el timbre, Tris–. Dije soltándola.
–Ah, sí, el timbre...–dijo saliendo se sus pensamientos–bueno, nos vemos a la tarde, te quiero.
–Yo mucho más mi Tris y no estés así–. Le dí un beso en la mejilla y me fui.

–¿Qué estaría pensando?

–Me tienes a mí, tonto.

–Y, ¿Cómo te fue en taller, gato?–me pregunta mi hermana menor, Luciana, desde la cama de mis padres
–Normal, perra–le contesto, nos decimos así de “cariño”.–¿Qué está cocinando mamá?
–Sopa de arroz.–responde yendo para afuera–Ah... ¡Ethan! Antes de que te eches en la cama prende el televisor y pon dibujitos antes de que venga.
–Qué milagro que el tv esté apagado.–digo riéndome y agarrando el control.
Al prender el televisor está en el noticiero veo que alrededor del mundo hay tres personas accidentadas que perdieron demasiada sangre. Pero el tipo de sangre que dos de ellos tienen son del grupo sanguíneo (Rho- y Rho+), menos comunes en el mundo. Sus parientes deben de estar preocupados, quizá encuentren la sangre a tiempo o quizá no...
–Un Rho+ sí puede donarle un Rho- pero esto no puede pasar al revés. Las personas con Rho- solo pueden recibir del mismo grupo sanguíneo...

–Hola hijo, ¿cómo te fue?–preguntó Hana, mi madre.–Ya está la sopa, ven a la mesa para servirte.
–Está bien, mamá.–dije sin ganas, en ocasiones no me gusta comer en la mesa. Claro, bien comodito yo, como dice mi mamá.
Ella me dio el plato lleno de mi sopa favorita. Yo fui por una cuchara y jugo ya que mi mamá estaba ocupada peinando a mi hermana.

–¿Ya están listas?–Pregunto a mi madre y hermana apurándolas. Luciana suele molestarse demasiado si no puede ponerse la ropa, pero no quiere ayuda.
–Ya casi, Ethan. Sólo es esta loca, que no quiere ayuda.–dice Hana, también molesta.

Cuando están listas, salimos de casa hacia la escuela. Mi mamá siempre me acompaña a la escuela por miedo a que me pase algo.

–¡Esperen! Olvidé mis auriculares.–Exclamé a una cuadra y media de casa.
–Pero ahí están, Ethan.–dice mi hermana, señalándolos.
–Pero estos no sirven, Luci.– Los agarro y se los muestro.
–¡Ash, entonces ve rápido que llegamos tarde!–me grita, pero yo ya estaba corriendo hacia mi hogar.

–Listo, gracias por esperarme.–Les dije, inhalando y exhalando rápidamente por el cansancio y acomodando mis auriculares, a Hana y Luci.
–Está bien, entonces vayámonos.–dice mi mamá sonriéndome.
–¿Seguro que no te olvidas algo más para hacernos perder tiempo, Ethan?–dice sarcásticamente mi hermana.
–No, perra.–digo en un tono gracioso.
–Gato.–dice riéndose.

Karen Molina:

CAPÍTULO 1

Luaxana Sykes es una chica tranquila que ama la literatura. Tiene 15 años y su altura es un poco baja para su edad, mide un metro cincuenta y cinco. Su piel es blanca como la nieve, y su cabello parece estar siempre en llamas, extremadamente largas. Asiste a una escuela secundaria técnica, y le encanta.

Hoy es el anteúltimo día de taller. Está en la sección de Forja y Soldadura con el profesor Walter Bane.

Se despertó como todos los días a las 6 a.m., se levantó y estaba su madre, Jane, junto a su hermana menor, Hana, haciendo el desayuno.

Se dio una ducha rápida y se sentó a desayunar junto a ellas. Y junto a su perro Luck, por supuesto. Que esperaba ansioso para poder salir a ver a Oliver, el mejor (y único) amigo de Lua. Él siempre la espera sentado en el escalón de la entrada para acompañar a Hana al colegio y luego ir con su mejor amiga a taller.

Al llegar a la escuela se sentaron juntos en las mesas, y mientras todas las chicas del curso, en especial las 3 del grupo del fondo (a las que Lua odia, porque dice que son muy superficiales ya que viven maquillándose, incluso en clase) lo saludaban, a ella la ignoraban completamente. Aunque eso en su vida era normal.

Después de un rato llegó el profesor y Luaxana fue inmediatamente a hablar con él. Como ya había terminado todos los proyectos que debía hacer, le pidió a Bane si podía forjar una espada.

Él obviamente le dijo que sí, porque es su alumna favorita y además fue la única que terminó todo, junto a Oliver. Ella aclaró que debería quedarse unas horas extras en el taller, pero al profesor no pareció importarle mucho. Le dijo que usara lo que necesitara y que ante cualquier duda, él estaría dispuesto a ayudarla. Lua agradeció y fue a contárselo a su amigo, quien la felicitó.

El día continuó normal. La joven hizo los planos para su espada, buscó en Internet todo lo que necesitaba y luego generó un presupuesto. Al mediodía almorzó con Oliver y luego entraron a teoría. Tuvieron matemática, historia y física.

Mientras volvían a casa, Lua hacía los pedidos de los materiales por su celular y Oli le hacía muecas para que riera. Él siempre decía que se veía más bonita si sonreía, pero ella no hacía caso. Siempre seria.

CAPÍTULO 2

Al llegar a su casa, Luaxana se encontró con Hana llorando en la entrada. Trató de calmarla. Aunque costó bastante, finalmente lo logró. Entraron y todo estaba completamente destrozado.

-Hana, ¿dónde está mamá?

La niña no contestaba. Lua recorrió toda la casa buscándola, pero no había rastros.

Su hermana continuaba llorando, un poco menos que antes, pero aún no se calmaba del todo. La llevó a su habitación porque era la única parte de la casa que se mantenía cerrada con llave, por lo que era lo único que no estaba hecho un desastre.

La sentó en la cama y la consoló. Luego de unos minutos volvió a preguntar.

- Hana, ¿dónde está mamá?

- Él vino con una botella de whiskey y empezó a romper todo. Golpeó a mamá y los vecinos llamaron a la policía, pero yo estaba encerrada en la cocina porque ella me dijo que me escondiera y que no saliera hasta que él se hubiera ido. La policía se lo llevó y a mamá la llevaron al hospital.

- ¿Sabes a qué hospital la llevaron?

- No, nadie sabía que yo estaba en la casa. Nadie me dijo nada.

Lua estaba devastada. Su padre había vuelto, después de tantos años de haberlas abandonado. No sabía qué sentir. Si enojo, tristeza, o ambas cosas.

Le pidió a Hana que la ayudara a limpiar y ella asintió. Tardaron horas en terminar. Luego Luaxana cocinó y cenaron.

Durmieron juntas en la cama de la mayor y al día siguiente se levantaron a la misma hora de siempre. Desayunaron, le dieron de comer a Luck y salieron a ver a Oliver. Le contaron todo lo sucedido el día anterior. Él se quejó de que no lo hayan llamado antes para contarle lo que había pasado, pero ninguna contestó.

Ese día Lua y Oli no tenían taller, ya que sólo tienen dos veces por semana, pero como habían pedido permiso al profesor para ir horas extras les tocaba asistir igual.

- Escucha, le pedimos permiso al profesor para ir más horas y terminar algo, cuando salgas del colegio no vayas a casa. Voy a ir a buscarte y después vamos a ir a la comisaría para preguntar por mamá.

- Yo también voy- dijo Oliver.

Y así fue.

Llevaron a Hana al colegio, pasaron a buscar las cosas que Lua había encargado el día anterior y fueron al taller. Comenzaron con la espada y poco a poco empezó a cobrar forma.

Mientras iban en busca de la niña, Lua recibió una notificación de Facebook en su celular. “Alec Rosseau te ha enviado una solicitud de amistad.”

Evelyn Cisneros:

Primer día de clases. Suena el celular de la mesita al costado de la cama de Diógenes. Hace como que no lo escucha y en ese momento entra su mamá apurándolo  para que se prepare para ir a su nuevo colegio.

 Diógenes tiene 15 años, es flacucho y de ojos muy chiquitos, aspecto tal vez un poco desprolijo, de poco hablar y por este motivo de pocos amigos.

 Con pocas ganas se viste para salir rumbo al colegio, su mamá lo llama a desayunar, pero él no responde. Le da un beso a su mamá y se va.

 Son 10 cuadras las que separan su casa del lugar, y se le hacen eternas. Cuando llega a la esquina observa un montón de adolescentes hablando entre ellos. Mira su celular y faltan 20 minutos para la hora de entrada. Saca un libro de su mochila y se pone a leer para pasar el rato y de vez  en cuando observa a los chicos que lo rodean.

 Llega la hora, es momento de entrar. Diógenes suspira profundo y entra decidido a la escuela.

 Camina por pasillos largos, y le pregunta a una señora, que se encuentra hablando con otras dos, dónde queda taller. Le indica que tiene que subir al segundo piso y girar a la derecha. Diógenes sigue las instrucciones y llega al taller en donde ve muchos chicos, en ese momento se siente nervioso. Muy nervioso.

Milagros Orué:

- Maldito sol! - al parecer mi humor no tiene ganas de existir hoy.-¡ Hade! ¡El desayuno está hecho!- mamá con su desayuno no ayuda

- ¡Voy!- respondí sin muchas ganas 

Elegí mis medias favoritas con unas converse bajas más mi buzo con gatitos. Mi pelo estaba más lacio que de costumbre así que no le di mucha importancia y bajo mis ojos grises había 2 bolsas que delataban mi llanto antes de hundirme en mis sueños.

Me había llamado Haru de nuevo, insistiendo en que nos encontráramos al pie de la escalera antes de taller.

Tengo miedo de delatar mi estúpida obsesión por mi mejor amigo, esto es muy cliché. Hablé con él antes de desaparecer de su vida, antes de que el mundo se cayera a mis pies. Lo extraño es que todo el mundo me recalca lo perfecta que es mi vida y la suerte que tengo.. ¡¿es chiste?! 

Empecemos bien. Soy hija única en una familia que consiste en un padre abogado y una mamá médica, la cantidad de estereotipos que debo atravesar me comen día a día la vida propia que aún me queda.

  

Estudio arquitectura en una escuela técnica. Al llegar a 3er año me cambiaré de colegio, porque en el que estoy solo dan electrónica y mecánica como herramientas.

Volviendo al día de hoy, a Haru lo conozco desde que discutí con el por unos materiales para taller. Taller es una asignatura extra de la escuela técnica, es para que ya salgamos de la secundaria con un título de técnicos.

 Estoy en segundo año y luego de 5 meses de no hablar con él (no es que haya hecho mucho para cambiarlo) debía resistir la tentación de decirle la verdad. Quedamos en reunirnos antes de entrar a electrónica (taller que compartimos) ya que está en el 2do piso, nos veremos en el 1ro para estar más tranquilos.

- Hade, no podré llevarte hoy, debo ir a trabajar. ¡Nos vemos en la cena hija! - cerró de un portazo y escuché cómo arrancaba el auto.

- ¡Adiós familia! ¡Tranquilos por mi ausencia! ¡Me va genial en la clase!- grité como si hubiera alguien que me escuchara.

  Llegué al colegio sin muchas ganas luego de caminar y subí al primer piso.

- Tranquila, Had, estarás bien, sólo práctica lo que ya pensábamos hacer desde hace meses- me lo repetía con la ilusión de no equivocarme

Escuché unos pasos detrás mío. Y luego su voz (que tanta paz me transmitía).

- ¡Hola, Had!

David Rivadeneira:

1

Federico Mora es un alumno sobresaliente y con unas notas de mínimo "10", esto es gracias a su vasto intelecto y excelente educación.

Debido a lo dicho, la Escuela Técnica (Secundaria y Terciaria)"Nueva Generación"(E.T.N.G ) le ha solicitado el ingreso a la misma, otorgándole una beca dicho sea ya de paso.

La E.T.N.G, es la Escuela con los índices de notas más altos de los Estados Unidos y el mundo, siendo así la más reconocida a nivel nacional e internacional, es privada( obviamente) y la más costosa debido a su alto nivel.

A Federico Mora le apasiona la electro-mecánica, única especialidad en la Escuela Técnica "Nueva Generación".

Su sueño y meta principal en la vida es crear un dispositivo o estructura que revolucione toda la insdustria y el mundo que genere un "antes" y un "después" en la historia de la humanidad.

2

Federico es un prodigio, él ha creado a su corta edad varios dispositivos innovadores y eficaces, por ejemplo : El traductor de animales domésticos, el control de televisión sensorial, el reloj-holograma, etc.
Él ya sido muy reconocido por los medios y mediante premios, gracias a sus hazañas.
Sus inventos, reconocimiento y capacidad, han sido la principal razón de la solicitud de su ingreso a la E.T.N.G por parte de la misma.
Federico sabe de sus increíbles características y de lo que es capaz, por eso intenta usarlas para ayudar, un ejemplo claro es la creación del CST (control sensorial de televisiones), que ayuda a las personas con casi cualquier tipo de parálisis corporal a controlar una televisión.
Federico Mora vive con su madre Cristina y su hermana Lara en un departamento (bastante lujoso y amplio) en Washington D.C.
Ir a una escuela técnica y ser muy dedicado a la misma no le deja mucho tiempo para relacionarse con muchas personas. A pesar de eso, Federico tiene un único y mejor amigo llamado Nicolás, y una novia,  Sofía. 
Federico, al enterarse de la solicitud de ingreso a la E.T.N.G y aceptarla, les propuso a los dos que se cambiaran a su nueva escuela.
Ellos se negaron rotundamente argumentando que se sentían cómodos en la E.T.O. ( escuela técnica a la que también asistía Federico ).
Una semana bastó para que Sofía y Nicolás aceptarán la propuesta, no porque fueran convencidos, sino por los insistentes pedidos por parte de Federico, que poco a poco se tornaron intolerables (aunque en parte no les parecía mal la idea cambiarse, sólo les daba flojera).
Él sabía que aunque era algo inmaduro hacer eso para que aceptaran, era la única forma de lograrlo.Porque según su dicho "El que insiste y persiste en lograr lo que intenta, siempre alcanza su meta".